Monday, September 17, 2007

OUT!

Como ya expliqué en el segundo post, Labor day marca el fin de las vacaciones y siempre cae en el primer lunes de septiembre por lo que ese fin de semana es más largo de lo normal. Además de ser el último fin de semana del verano, en Nueva York cobra especial importancia porque cae en plena celebración del US Open de Tenis y marca el principio de la semana de la moda de Nueva York o New York Fashion Week.

El US Open es el último Grand Slam de la temporada y se celebra la última semana de agosto y la primera de septiembre en el USTA Billie Jean King National Tennis Center en Flushing Meadows. Como en todo Grand Slam, la primera semana está cargada de partidos, pero no es hasta la segunda semana cuando la cosa se pone interesante. Van quedando los mejores, los top seeds, y la emoción o the drama, como dicen aquí, aumenta de manera exponencial.

A medida que van pasando las rondas y que van quedando menos jugadores, los partidos individuales suelen concentrarse en dos pistas: Louis Armstrong y Arthur Ashe Stadium. Esta última es la pista de tenis descubierta más grande del mundo con capacidad para unos 23.000 espectadores, 90 suites de lujo, cinco restaurantes y un lounge para los jugadores en dos niveles. Lo cierto es que es verdaderamente impresionante y los jugadores que juegan en Arthur Ashe por primera vez reconocen que es mucha la presión que se siente al hacerlo en semejante escenario.

El US Open tiene además otra particularidad que no se da en ningún otro Grand Slam, los partidos nocturnos. En el Open de Australia se juegan algunos partidos por la noche, pero los propios jugadores reconocen que nada es comparable al ambiente de Flushing Meadows. Además, la organización fija los partidos de tal forma que durante los días laborables los partidos nocturnos sean los que más expectación despiertan para que la gente tenga la posibilidad de acudir al torneo después del trabajo o los puedan ver al llegar a casa. Los partidos se juegan durante el día a partir de las 11 de la mañana, o por la noche a partir de las 7 de la tarde y los espectadores pueden, por tanto, adquirir entradas de día o de noche. Por supuesto este horario no siempre se cumple al pie de la letra ya que si uno de los partidos de horario diurno se alarga más tarde de las 7, los partidos de la noche tienen que esperar hasta que la pista se vacíe. En cierto modo el US Open es un reflejo de lo que es Nueva York, todo esta pensado para el consumidor, que en este caso es el espectador, y se ofrece el producto, o sea tenis, a todas horas, mañana, tarde y noche. Además, quizá como aperitivo a la semana de la moda que se solapa con el torneo, el Open se convierte en una improvisada pasarela donde Sharapova y Federer, las dos estrellas de Nike, lucen modelos creados especialmente para la ocasión.

Un año más he tenido la ocasión de acudir al US Open el fin de semana de Labor Day y una vez más ha merecido la pena. Llegar a Flushing Meadows es muy fácil ya que el metro deja a pocos metros de la entrada al recinto. Una vez se pasan lo controles de seguridad y se entra en el Open es como estar en una pequeña ciudad con restaurantes, puestos de comida rápida, helados y tiendas de patrocinadores como Nike, Wilson o Head. American Express, uno de los patrocinadores del torneo que siempre ofrece servicios y regalos gratis, este año ofrecía un paseo en pedicab (taxi bici) de la salida del metro hasta la entrada al recinto y para sus abonados una radio gratis con la que poder seguir los comentarios de los partidos. John McEnroe es el comentarista estrella y demuestra tener tanto carisma fuera como dentro de la pista, pero también Martina Navratilova, MaryJo Fernandez o Jim Courier participan como comentaristas.

Ya se sabe que los americanos son los reyes en lo que a espectáculo deportivo se refiere y el tenis no es una excepción. En el túnel de vestuarios los jugadores son entrevistados justo antes de entrar en la pista para ver cómo se sienten y qué esperan del partido. Luego, mientras los jugadores calientan, por la megafonía de la pista ponen música para animar al público y éste por supuesto responde poniéndose en pie y bailando al son. Lo mismo ocurre en los cambios de pista, durante el minuto de descanso la música suena a todo volumen por los altavoces mientras en las pantallas gigantes van poniendo imágenes de los espectadores hablando, bailando, o a veces escondiéndose de la cámara. Al acabar el partido el ganador es entrevistado ante los casi 23.000 espectadores allí presentes y para finalizar, el ganador firma tres pelotas que luego lanza al publico.

El lunes en Arthur Ashe jugaban Kutznetsova-Azarenka seguido de Roddick-Berdych y de Blake-Haas ambos partidos muy esperados por el público al tratarse de dos jugadores americanos. Prometía ser una gran jornada de tenis y no decepcionó todo ello acompañado de un sol resplandeciente con una temperatura de 24 grados. El primer partido se resolvió por la vía rápida como suele ocurrir con los partidos femeninos últimamente, pero eso es tema para otro blog. Después empezó el de Roddick que a pesar de terminar de manera precipitada por retirada de Berdych fue un partido muy reñido. Pasadas las 2 de la tarde entraron en la pista Blake y Haas y después de cinco sets y más de tres horas Haas se proclamó vencedor. Ambos jugadores venían de jugar partidos a cinco sets en las rondas anteriores y sin embargo se dejaron la piel en la pista, corriendo a por todas las pelotas y dando golpes imposibles. A pesar de que el vencedor había derrotado a un americano y neoyorquino, para más señas, el público supo ver en él a un justo vencedor y le dedicó una merecida ovación al final del partido.

Aunque fue uno de los mejores partidos que yo he presenciado en el US Open, el más emotivo fue el último partido de la carrera de Andre Agassi en el US Open del año pasado. Agassi anunció que se retiraría del circuito profesional tras este torneo y su último partido fue el 3 de septiembre de 2006 en el Arthur Ashe Stadium también un fin de semana de Labor Day. Aquel partido no fue tan reñido, pero tuvo más significado que cualquier otro que yo haya visto. El público quiso agradecer a Agassi que hubiese elegido el US Open como escenario para su despedida y al final del partido Agassi dio un discurso que dejo a la mitad del público con lágrimas en los ojos.

Tras el partido de Blake me di una vuelta por las pistas donde los jugadores suelen entrenar y cual sería mi sorpresa cuando vi a Feliciano López peloteando con Albert Costa. Por la noche jugaba contra Federer y estaba en las practice courts calentando y dando las últimas pinceladas a su estrategia de juego. Después de 10 minutos viéndoles pelotear, entraron un chico de unos 15 años y John McEnroe y se pusieron a pelotear en la pista al lado de Feliciano. La noticia de que McEnroe estaba jugando corrió como la pólvora y al poco rato la grada se había llenado de gente, incluso Feliciano se sorprendió de ver a McEnroe y por un momento se quedo mirándole distraído. Entonces McEnroe se acerco a Feliciano y a Albert Costa les saludo con un apretón de manos y estuvieron un rato charlando. Por supuesto no podíamos oír la conversación, pero McEnroe parecía estar haciendo movimientos con la raqueta imitando el revés infalible a una mano de Federer. Lástima de cámara sino tened por seguro que era una imagen digna de ser captada para la posteridad.

El domingo de la final la grada estaba llena hasta los topes, asistieron varios famosos como ocurre todos los años y además esta vez Federer les hizo el favor de terminar pronto para que así pudieran llegar al desfile de esa noche. La Fashion Week estaba en su punto más álgido con solo dos días más de moda para mostrar al mundo las tendencias para otoño de 2008. Federer sin embargo no fue como hiciera en año pasado y no es de extrañar porque se le veía de lo más incómodo y fuera de lugar aunque su novia se lo pasó en grande.

Finalmente Federer ganó el USOpen como ya venía amenazando desde el principio. Se pulió a todos sus rivales casi sin despeinarse y la final fue más de lo mismo. Djokovic acusó la presión de verse en su primera final de Grand Slam, ante nada menos que Federer y en un escenario como ese. A pesar de tener varias oportunidades para adelantarse en el marcador, no consiguió rematar, le falto lo que aquí llaman "clutch" es decir, la capacidad para mantener la frialdad de cabeza necesaria para rematar la jugada en situaciones límite. Lo que a Federer le sobra y de lo que Michael Jordan hacía gala cuando en el último segundo marcaba el triple que le daría la victoria a su equipo.